A continuación revelo a la luz pública la carta con la que invité a mi buen amigo don Pepe Limantour a la boda de mi querida y amada hija Luz.
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Tacubaya, febrero 1° de 1897.
Señor Licenciado don José Yves Limantour
México.
Mon cher ami:
Sepa usted para bien saber que el viernes contrae matrimonio mi hija Luz (el sábado será la ceremonia religiosa) y deseo vivamente que unos cuantos amigos míos, los de prés du coeur firmen el contrato civil. ¿Podrá usted, venir? Se trata de las seis y media de la tarde del cinco. Y si se trajese a don Eduardo nuestro gusto sería mayor. Le prometo en cambio poner mi firma en verso en el contrato de su encantadora María Teresa, esperando que esto sea muy tarde, de hoy en diez años.
Para que no tenga escrúpulo en venir no habrá fiesta alguna ni reunión casi; seis u ocho amigos girondinos todos, sin etiqueta a quienes ofreceré una taza de té mediano y una copa de detestable cognac. He ideado coadyuvar así a la empresa redentora de las sociedades de temperancia.
No me diga que no (a no ser por cuestión de salud).
Muchos y muy afectuosos recuerdos de parte de mi mujer y mis hijas para las señoras Cañas y Limantour y para la señorita; yo me pongo a sus pies.
Suyo afectísimo.
Justo Sierra
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