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Somos un grupo de personas, (dando voz a un selecto grupo) los cuales inspirados en los personajes más grandes de nuestra historia, vamos a externar opiniones de este presente que duele, pero que estamos seguros puede mejorar. El objetivo general lo dice el nombre de nuestro blog: CONSPIRAR. Pero será una conspiración del siglo XXI, una conspiración que no se geste en la oscuridad ni bajo el secreto necesario. Lejos de mantener nuestro trabajo oculto, estará visible ante todo el mundo, al alcance de un clic. Daremos un sentido positivo a nuestra conspiración, porque esa es la única manera de poder cambiar; proponer y no sólo quejarse. De ese objetivo general se irán desprendiendo varios objetivos específicos, entre los cuales el hilo conductor será un vigoroso amor a la historia.

miércoles, 8 de febrero de 2012

CLASE POLÍTICA… ¿TODO TIEMPO PASADO FUE MEJOR?

Justo hace unos días, en mi cuenta de twitter, se me hacían airados reclamos referentes a la clase política del porfiriato. Se me tachó de no aceptar los errores de dicho periodo, del que orgulloso puedo decir fui parte.
Tuve la fortuna de compartir época con los más grandes servidores públicos que ha dado esta nación. Personas resueltas y de gran amor a la patria. Comparar la clase política del porfiriato con la actual es impensable.
¿En qué me baso? Muy fácil, solo basta analizar los siguientes factores determinantes:
a)      La clase política del porfiriato creció viendo a la nación ser pisoteada durante la guerra contra Estados Unidos del 47. Factor que infundió un enorme patriotismo en muchos de ellos.
b)      La intervención francesa sirvió para reafirmar una identidad nacionalista.
c)        Teníamos al frente a don Porfirio, que le pese a quien le pese, es uno de los patriotas más notables de México.
d)      Y por último, había un claro PROYECTO DE NACIÓN: PAZ, ORDEN Y PROGRESO. BASADOS EN EL LIBERALISMO E IDEAS POSITIVISTAS.
No digo que todo haya sido un lecho de rosas, pero, al menos la obra de la clase política porfirista aún perdura en este México del siglo XXI.
Pero se preguntarán queridos amigos, -¿qué opino de la actual clase política?- Con gusto responderé su duda.
Todos sabemos que tras la “revolución” nuestro país quedó en manos de una clase política abanderada por lo que conocemos hoy como PRI.
Resulta curioso darse cuenta que los pioneros del PRI eran militares semianalfabetas cuyo único mérito era haber estado en “la bola”, fortalecer la cargada. Ese hecho los hacía merecedores de una rebanada del enorme pastel que se estaba repartiendo.
Dichos militares, se caracterizaron por reclutar jovencitos que tuvieran la cualidad de saber leer y escribir para usarlos como secretarios o escribanos. Esos jovencitos, con el tiempo escalaron peldaños en la organización partidista y se convirtieron en la nueva clase política que tomó el banderín de la “revolución institucionalizada”.
Con dicho hecho, nuestra clase política, pasó a estar en manos de politicastros.
Hubo excepciones a la regla, pero por desgracia para México fueron muy pocas.
Hoy día, nuestra clase política (sin importar partidos) tiene como denominadores comunes:
  • la ineficiencia,
  • la corrupción,
  • el despotismo,
  • la inmoralidad,
  • el cinismo,
  • la falta de ideales,
  • la ignorancia,
  • la impunidad y
  • la ausencia de amor a la patria.
La descomposición de nuestra clase política es tal, que ya son pocos los actos deshonestos que nos sorprenden e impactan. Hemos aprendido a vivir con ello. Casos como el del “Gober precioso” sólo quedan en un escándalo. Ni que decir de políticos que se han enriquecido de una forma inexplicable y siguen sangrado al erario público. Ante tal nivel de impunidad es entendible que todo mundo quiera ser político. Para muestra véase el documental… perdón la película “La Ley de Herodes” donde se hace una representación muy fiel de nuestra clase política.
Pero, recuerde querido lector, lo dice el refrán: No tiene la culpa el indio, sino el que lo hace compadre. Nosotros como ciudadanía le hemos dejado el poder absoluto a esta gente, ¿a cambio de qué? De despensas, apoyos, un playera y una gorra o de una aparente estabilidad. Se nos ha olvidado que nosotros como sociedad podemos quitar a esa miserable clase política que tenemos. Solo basta que decidamos salir de esta indiferencia que nos está matando.
Mexicanos dejemos ya de lado esta actitud de calma. Recuerda que la política es demasiado importante para dejársela a los políticos.
Y recuerden que… todo aquel que tenga el honor de disponer de una pluma, de una tribuna o de una cátedra, tiene la obligación de consultar la salud de la sociedad en que vive.
@DonJustoSierra

2 comentarios:

  1. Felicidades Don Justo.
    Una vez mas leerle me deja un buen sabor de boca.

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  2. Estimado y excelso Don Justo Sierra, leyendo ésta entrada de blog me parece que Ud. anda un poco confundido o desubicado al respecto de lo que aconteció en la época que en nuestro país se denominó como "porfiriato". No se preocupe pues lo comprendo, los años no pasan sin cobrar factura, y en poco más de cien años a cualquiera se le pueden olvidar algunos detalles ¿cierto? eso sí, lo que no podremos jamás olvidar será el que a Usted le debemos la semilla de lo que hoy es nuestra Máxima Casa de Estudios, muchas gracias por ello.

    Ahora bien, vayamos al tópico, el cual valoraré "a la luz" de lo que Ud. nos dejó: Ud. menciona que la clase política anterior fue mejor, y esto no es cierto, fue peor, y lo que tenemos ahora es prácticamente lo mismo. Yo mismo le puedo recomendar algunas fuentes en donde se constata el hecho de que las condiciones del país son casi idénticas que a las de hace un siglo. En pocas palabras, podemos decir que la clase política lleva poco más de cien años de estancamiento, literal, con todos los "denominadores" a los que hace alusión en la actualidad.

    Se le olvida que Ud. a inicios del siglo XIX sí reconoció algunos errores que se presentaron en dicho periodo y sobre todo al respecto del positivismo.

    El "factor determinante" que Ud. marcó con el inciso d) es obsceno y grosero. Haga memoria, recuerde, y rectifique por favor, recuerde que el "proyecto de nación" del porfiriato era minimizar los caracteres vernáculos del país, adoptando sobre éstos los europeos. Al respecto de la paz ¿¿se refiere a "la paz de los sepulcros" que Díaz tenía como ideal?? ¡No juegue!

    Al respecto del progreso ¿cómo iba a progresar el país con un positivismo absolutista y conservador? Es increíble que no recuerde la encomienda que para hacerle frente a éste, Usted promovió entre sus discípulos a inicios del siglo pasado. Usted reconoció que todas las verdades de la ciencia estaban puestas a debate.

    Lo único que me parece correcto de su escrito, me parece que es el consejo que nos deja como ciudadanos mexicanos de participar en la “política”, sin embargo ¿de verdad cree que con las condiciones precarias de existencia de la mayoría del pueblo de México a inicios del siglo XXI el pueblo puede actuar en dicho ámbito? Vamos, Usted puede ir más allá.

    Por todo lo anterior, le pido por favor SEA CONGRUENTE con lo que hizo a lo largo de su vida, y si de plano la memoria no le da para más, le recomiendo dé una releída a su obra “La educación nacional”, por cierto re-editada por nuestra UNAM en 1984.

    PS. Le recomiendo poner atención congruente a su persona al respecto de su caligrafía, ortografía y puntuación.

    Atte. Dhavid L. Ver. Un admirador de su obra.

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