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Somos un grupo de personas, (dando voz a un selecto grupo) los cuales inspirados en los personajes más grandes de nuestra historia, vamos a externar opiniones de este presente que duele, pero que estamos seguros puede mejorar. El objetivo general lo dice el nombre de nuestro blog: CONSPIRAR. Pero será una conspiración del siglo XXI, una conspiración que no se geste en la oscuridad ni bajo el secreto necesario. Lejos de mantener nuestro trabajo oculto, estará visible ante todo el mundo, al alcance de un clic. Daremos un sentido positivo a nuestra conspiración, porque esa es la única manera de poder cambiar; proponer y no sólo quejarse. De ese objetivo general se irán desprendiendo varios objetivos específicos, entre los cuales el hilo conductor será un vigoroso amor a la historia.

viernes, 10 de febrero de 2012

La ineficiente clase política y el pasivo pueblo mexicano.

La aceptación de la opresión por parte del oprimido acaba por ser complicidad; la cobardía es un consentimiento; existe solidaridad y participación vergonzosa entre el
gobierno que hace el mal y el pueblo que lo deja hacer.

Víctor Hugo

Viviendo en ésta clase tal vez mi opinión puede ser un poco parcial, aun que no por ello serán mentiras la que a continuación les voy a contar…

Sé que muchos lo sospechan, algunos otros lo saben y la mayoría están seguros que la clase política nunca nos hemos preocupado en primera instancia por el pueblo. Nosotros usualmente no somos de origen humilde ni carente de estabilidad, por lo cual no estamos enterados con precisión de cómo es que vive el pueblo, o cómo es que sobrevive, por ello nuestra prioridad al dedicarnos a la política no es ocuparnos de ustedes, sino tener más y más poder.

Ahí tienen a Hidalgo, usó su posición como cura para alentar a un grupo considerable de gente para levantarse en armas por ideales que sólo le convenían a él y aun grupo muy selecto de personas. O mi mismo esposo Antonio López de Santa Anna, quien jamás fue congruente con sus “ideales políticos” (si es que alguna vez os tuvo) un día era liberal y a las pocas horas decidía apoyar a los conservadores. De él si les puedo hablar más, Antonio era un hombre inmensamente preocupado por la opinión pública, quería tener su aprobación y simpatía. Todo lo hacía para obtener el reconocimiento que, según él, merecía. Poco le importaba hacer buena política. Y tuvo la fortuna de contar con gente que lo creyó indispensable durante mucho tiempo. No voy a negar que era un hombre de carácter, un hombre fuerte y decidido, pero no era el más apto para comandar un país en estas condiciones.

Entonces, con los dos ejemplos anteriores se logra ver que desde los inicios, cuando comenzábamos a ser un país independiente las personas en el poder, la clase política, nunca estuvo interesada en el pueblo, y eran personas carentes de visión para crear un proyecto viable para comandar a la naciente Nación.

Ahora bien, es cierto, antes las personas eran ignorantes, muy fácilmente manipulables, sólo les interesaba un techo para dormir y comida para vivir, su necesidad era mucha al igual que su ingenuidad. Creían en cualquier mequetrefe que les prometiera techo y alimento seguro… Entonces, por esas razones se puede justificar que no exigieran lo que les correspondía como personas, como seres humanos, pero ¿Y ustedes ciudadanos del siglo XXI?
Ustedes tienen ahora el derecho y obligación de estudiar, de ir a la escuela a cultivarse, tienen acceso a bibliotecas públicas, internet en las escuelas (que no sé que sea pero al parecer tienen la información que deseen o necesiten al alcance de un clic), libros de texto gratuitos, libertad de poder leer el periódico que elijan, de escuchar en la radio al periodista que más los convenza o con quien compartan su opinión… Y aún así, con todo ese material para crear una opinión, para ser críticos, para exigir, ¡No lo hacen! ¡Siguen igual de pasivos que los mexicanos de hace más de 150 años!

Los políticos actuales no están lo suficientemente preparados para dirigir un municipio, un estado, una delegación, una secretaría, o alguna institución, sin contar claro, su nulo interés por las necesidades de la ciudadanía.

La clase política está inmersa en la más profunda corrupción.

Un político ideal es aquél que desde joven se interesa por los problemas de su comunidad y ese interés despierta en él el deseo de pertenecer a algún grupo político para tener más facilidades de hacer algo al respecto. El político ideal debe ir subiendo peldaño a peldaño para obtener una posición cada vez más importante y con mayor responsabilidad, para adquirir experiencia y así poder desempeñar su función de una manera adecuada. Y entonces, cuando éste tenga la experiencia y los conocimientos suficientes es cuando va a poder aspirar a tener el cargo más importante, el Comandante en Jefe de las Fuerzas Armadas, es decir, el Presidente de la Nación.

Sin embargo esto pocas veces o nunca se cumple, los políticos de ahora (hasta hace algunos años) se designaban a “dedazo”, recurriendo al nepotismo, llegando a acuerdos para conservar cargos a cambio de simpatizantes o silencio.

Así como están las cosas hoy en día, ¿Se imaginan lo corrupto que debe ser alguien para llegar a ser Presidente de la República? ¿A cuántos sucios acuerdos tuvo que haber llegado? ¿A cuánta gente tuvo que haber pisoteado?

Los exhorto a ser más partícipes de las decisiones que se toman en su México, y no me refiero a que salgan a marchar y cerrar calles o que organicen una revolución, ninguna de las dos es viable ni han funcionado jamás. Simplemente cumplan con sus deberes y exijan sus derechos. Participen, votar es la única manera de hacerles saber que están haciendo bien o mal las cosas. Denuncien, si notan alguna irregularidad o abuso ya sea en sus trabajos, escuelas, instituciones.

Basta de silencio, porque el silencio es la manera en la que les hacemos saber a los gobernantes que, o estamos de acuerdo o no somos lo suficientemente valientes como para enfrentarlos.




@DoloresTosta

4 comentarios:

  1. @Satanindstry : No se si el estilo de gobierno es un reflejo de la administración de las empresas mexicanas, por un lado tenemos empresas como Pemex que sabemos todos que esta desaprovechando recursos y por otro lado el abuso de empresarios como Miguel Sackal cuyo despotismo nos regresa a las épocas de la tienda de raya. Creo que es una dualidad del México que a lo largo de la historia no ha encontrado la manera de dirigir sin abusar y nosotros no abusar cuando nos dirigen.

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  2. Muy buena reflexión , esto me hace pensar en aquellos que igual vienen de abajo, durante años trabajan o dicen trabajar en pos de su colonia, delegación, municipio, estado... conforme suben su discurso antes apegado a los suyos se va trasformando, se va desdibujando a la realidad que vive como parte integrante del partido político donde milita, se va olvidando del verdadero problema o de su verdadera función el "SERVIR" y se vuelve más "POLÍTICO" mas adicto al poder y a los beneficios que este le da, se vuelven recelosos de aquellos que los critican, porque tanto los ha cegado el poder que no pueden ver la realidad en la que viven aquellos que dicen representar; cierran vías de comunicación con ellos y así viven ciegos, cambiando de un puesto tras otro viviendo solo para sus intereses olvidando lo que en un principio los llevo ahí.

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  3. No sé que sea peor, la ineptitud del que gobierna o la decidia del gobernado, en todo caso el problema es el mismo que se arrastra desde tiempo atrás: La Educación del Mexicano; al carecer de esta o siendo deficiente una persona tanto de la clase política como del pueblo no cuenta con la suficiente consiencia para reformar el país iniciando como individuo.

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    1. Estoy de acuerdo, pero creo que los mexicanos somos conformistas, cobardes,no tenemos dignidad ya tiene mucho tiempo que la perdimos, al permitir que un "pequeño" grupo de políticos carentes de moral, principios, y aparte ignorantes!!!nos gobiernen, y aquí seguimos, mirando como se ponen de acuerdo nuestros gobernantes para ver de que manera nos siguen pisoteando y saqueando al país y nosotros estáticos, hasta cuando nos va a dar vergüenza de nuestro comportamiento nosotros tenemos la culpa como ciudadanos, ya tenemos que dejar de quejarnos tenemos que ser propositivos no negativos como somos los mexicanos hay que hacer alianzas en común para mejorar nuestro país como seres pensantes, tenemos mucho que hacer, ya dejemos de aventarnos la "bolita" unos a otros a ver quién hace algo.

      Jane Monroy

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